Diversas investigaciones desarrolladas en las últimas décadas y las actualmente en curso, reflejan el alto potencial arqueológico del departamento Antofagasta de la Sierra, el más extenso y menos poblado de la provincia de Catamarca; poniendo de manifiesto una continuidad en el uso del espacio que comienza hace ca. 10.000 años y sigue hasta el presente. La actividad turística en la zona ha crecido notablemente, apoyada en una mayor promoción a nivel nacional, mejoras en infraestructura y en las rutas de acceso, nuevos alojamientos, oferta de excursiones a lugares naturales y culturales de gran relevancia, entre otros motivos. Este aumento del turismo necesita ser acompañado de una planificación adecuada y consensuada entre la población local, en vistas a lograr una actividad sustentable; que aporte beneficios a la comunidad, preservando la naturaleza, los recursos culturales y las prácticas cotidianas de una transformación no deseada. El equipo de investigación que dirige el Lic. Carlos Aschero ha venido desarrollando acciones tendientes a lograr una actividad turística sustentable en Antofagasta de la Sierra. La propuesta del circuito arqueológico Río Las Pitas, la puesta en valor del sitio Punta de la Peña 4, el Centro de Interpretación Punta de la Peña y áreas de servicio allí construidas, el intercambio de conocimientos con las familias locales sobre aspectos referidos a modos de vida prehispánicos y arqueología de la región y diversas colaboraciones para la mejora del montaje de la muestra arqueológica exhibida en el Museo del Hombre, forman parte de un trabajo conjunto con los vecinos del pueblo.

Actualmente se está llevando adelante el Proyecto de Voluntariado Universitario “Compartiendo Conocimientos en Antofagasta de la Sierra” el cual propone consolidar los vínculos con la comunidad local mediante la realización de acciones orientadas a compartir conocimientos sobre el pasado prehispánico y el patrimonio arqueológico de la región. Se espera que estas acciones contribuyan al desarrollo local sustentable, especialmente el área del turismo cultural, entendida como una actividad de carácter fuertemente social, respetuosa del ambiente, las personas y los recursos culturales antiguos y actuales.